El caso de Borja Escalona solo es un ejemplo más del problema que suponen las valoraciones en Internet

Por si no te has enterado aún, la semana pasada Youtube cerraba el canal de Borja Escalona, un «influencer» que se dedicaba sistemáticamente a gastar bromas pesadas y vanagloriarse de salir de fiesta para drogarse.

Al poco, Twitch también le cerró el canal, en una campaña organizada por algunos usuarios de ForoCoches (ES).

¿La razón? Una de sus últimas salvajadas: Exigir a un restaurante que le diera la comida gratis amenazándolo con echar a sus suscriptores al perfil del restaurante en Google My Business para que le valoraran negativamente, cosa que al final hicieron.

De esta noticia se pueden sacar dos temas que van de la mano, y que representan, a mi modo de ver, un ejemplo de guión de lo mal que está diseñado el sistema de recomendación social.

EL poder de los grupos de Internet coordinados

Por un lado tenemos el caso de ForoCoches, que al igual que otras páginas con muchísima audiencia (véase 4Chan o Reddit, en el mercado anglosajón, o los grupos de K-Pop en Corea del Sur), son capaces de organizarse para generar movimientos que tienen un impacto significativo en el resto de la sociedad.

ForoCoches es conocido en el mundo hispanohablante por campañas como la de «El Tekila», un «personaje» que llegó a ser ganador de Got Talent (claramente inmerecido si de lo que fuera el programa es de valorar el talento de las personas) gracias al apoyo masivo de los shurmanos de ForoCoches, o de enviar mariachis a concentraciones políticas para molestar, como ocurrió en el Parlament de Catalunya cuando se estaba firmando la Ley de Transitoriedad al convocar el referéndum ilegal del 1 de octubre, o a la sede del PSOE en Ferraz en 2016.

Otro caso muy conocido fue el de conseguir que llegase a ser finalista el nombre «Blas de Lezo» para uno de los nuevos buques militares ingleses que pertenecía, precisamente, al nombre del almirante que en el siglo XVII puso en jaque a la armada inglesa.

Eso y el caso de «Jhon Cobra», que acabó también siendo finalista para ir a Eurovisión a representar a España…

Son simplemente memes de un grupo de trolls de Internet que, al coordinarse bajo plataformas como ForoCoches, y aprovecharse por tanto del poder de las minorías coordinadas, son capaces de sacar adelante campañas a priori totalmente absurdas.

Las valoraciones en Internet están rotas

Más grave aún me parece el tema detrás del cierre del canal de este sinvergüenza.

Como en el caso de ReSet, otro youtuber español del que recientemente hablábamos, Borja Escalena se aprovechaba de sus seguidores para instarlos a valorar negativamente locales en Internet si estos se negaban a darle de comer gratis.

En Eliminamos Contenido hemos estado lidiando con este tipo de campañas durante meses, y créeme que para un local, el que de pronto recibas 100 o 200 reseñas negativas, hace que directamente pases a no tener clientela.

Sin ir más lejos, te cuento (sin dar nombres) dos clientes recientes que hemos tenido y lo que les supuso:

• Uno de ellos era una empresa de seguridad privada que un buen día descubrió que se había viralizado un vídeo en TikTok, coordinado por varios canales de Telegram, en el que ponían datos del dueño de la empresa (número de teléfono personal incluido) tachándole de un explotador. En apenas un fin de semana su perfil en Google My Business se llenó con 60 reseñas negativas, dilapidando su valoración global a menos de 1. Tuvo que bloquear la entrada de llamadas a ese móvil, y nos avisó para que le ayudásemos. Informamos a TikTok, que eliminó al momento el vídeo, pero siguieron compartiéndolo (estaban coordinados como decía por canales de Telegram). Al final conseguimos demostrar ante Google que las valoraciones eran orquestadas por el mismo grupo, y en cuestión de una semana todo volvió a la normalidad, recuperando la valoración global del negocio a como estaba antes de que la crisis comenzase.
• Otro un restaurante en el cual tuvieron un problema de salmonellosis… que acabó difundido por varios medios de comunicación. En los medios, por supuesto, han exagerado el problema, asegurando que había decenas de afectados, cuando la realidad es que solo fue una pareja. Y nuevamente, esto supuso un aluvión de comentarios de astroturfing de usuarios que NO fueron clientes de ellos, que aseguraban que el negocio no cumplía las medidas de seguridad y salud exigidas por la ley. Con los medios seguimos luchando (tienen hasta 30 días para pronunciarse, y normalmente esperan al final para hacerlo y cambiar entonces el contenido de la publicación), pero con Google ya hemos podido demostrar que las reseñas eran falsas y se han eliminado.

La cuestión es que estos negocios, mientras la crisis reputacional está activa, van a perder muchísima clientela. Es más, el restaurante nos escribió precisamente al darse cuenta que desde entonces tenía el local vacío.

Todo gracias a la coordinación de un pequeños grupos, y el mirar hacia otro lado que hacen las plataformas, aceptando que CUALQUIERA pueda valorar sin tan siquiera haber estado en el local.

Bastaría con que Google, o Tripadvisor, o en definitiva cualquiera de estos servicios, obligase a que si quieres valorar, tengas que haber tenido activo el GPS y estar como mínimo en la zona, para evitar la mayoría de ataques de astroturfing que reciben los negocios.

Para colmo, como cada vez más los usuarios nos basamos en lo que se dice en Internet a la hora de tomar una decisión, entramos en ese círculo vicioso del cual ya hablamos por aquí, y que hace que si tienes menos de 4 de valoración sobre 5, muy probablemente pierdas clientela.

Pese a que esas valoraciones puedan ser falsas. Pese a que haya negocios que compran reseñas negativas a la competencia.

Por cierto, que en la actualidad el restaurante que recibió el ataque reputacional está mejor valorado que el resto de restaurantes de la zona (ES). Otro ataque, esta vez positivo, que no hace más que demostrar lo roto que está el sistema. Tanto para bien, como para mal.

En CyberBrainers ayudamos a empresas y usuarios a prevenir, monitorizar y minimizar los daños de un ataque informático o una crisis reputacional. Si estás en esta situación, o si quieres evitar estarlo el día de mañana, escríbenos y te preparamos una serie de acciones para remediarlo.