Ayer, nuestro CEO, Pablo F. Iglesias, fue entrevistado en la Televisión Canaria junto a Deepak Daswani para hablar sobre un tema tan preocupante como urgente: las fábricas de bots y su papel en la desinformación sobre la tragedia de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en Valencia.
Las redes sociales, en especial Twitter (ahora X), han estado inundadas estos últimos días de mensajes que manipulan cifras sobre fallecidos, desaparecidos y afectados.
Como explicó Pablo en la entrevista, esta desinformación no surge SOLO de usuarios genuinos preocupados por la situación, sino de cuentas gestionadas por operadores en fábricas de bots, con motivaciones puramente económicas.
Índice de contenido
- Cómo operan las fábricas de bots en contextos de crisis
- El objetivo económico detrás de la desinformación
- Cómo identificar desinformación viral y distinguirla de contenido real
- El papel de la alfabetización mediática en la lucha contra la desinformación
- Combatir la desinformación es responsabilidad de todos
Cómo operan las fábricas de bots en contextos de crisis
Las fábricas de bots son redes de cuentas automatizadas que operan bajo la apariencia de usuarios reales.
En este caso específico, CyberBrainers ha identificado cientos de cuentas verificadas en Twitter/X, muchas de las cuales simulan pertenecer a ciudadanos españoles… de origen indio. Estas cuentas se dedican a publicar y compartir información falsa, con cifras infladas y noticias alarmantes sobre la tragedia.
Ejemplo de una cuenta de un supuesto valenciano que informaba estos días sobre la situación en su calle…
Esto no es casual: desde que Elon Musk adquirió Twitter y permitió la verificación mediante suscripción, cualquier usuario puede pagar para que su cuenta aparezca como verificada, independientemente de si realmente representa a una persona real o a una empresa legítima.
Esto escribía nuestro CEO, Pablo F. Iglesias, en un artículo exclusivo en su día para su Club de Negocios Seguros hace ya un año:
Según él (Elon Musk), los bots no estarán dispuestos a pagar esos 11$/mes, por lo que gracias a este simple movimiento, limpiará Twitter de manipulación informativa.
La realidad, por supuesto, es que son precisamente las fábricas de bots los más interesados en pagar ese check que siguen llamando verificado, y por tanto, el problema no solo desaparecerá, sino que se acentuará.
¿Que por qué? Porque hoy en día el check de verificado no verifica más que esa persona ha pagado por tenerlo. Punto.
Ni tienes que ser alguien reputado, ni tienes que verificarte con un documento de identidad, ni nada por el estilo. Solo tienes que estar dispuesto a pagar.
¿Y quién va a querer sí o sí pagar? Pues precisamente los que hacen negocio difundiendo contenido en la red social. Fíjate tú, las fábricas de bots…
Para las fábricas de bots, esta verificación facilita el acceso a mayores audiencias y les permite monetizar su contenido a través de la visualización masiva de estos mensajes alarmistas. Así, detrás de estos esfuerzos por amplificar la desinformación se encuentran objetivos financieros.
Además, en algunos casos, estas fábricas también pueden ser financiadas por terceros interesados en desprestigiar las fuentes oficiales.
El objetivo económico detrás de la desinformación
El cambio en la verificación de Twitter (ahora X) ha hecho que cualquier usuario con capacidad de pago pueda tener acceso a funcionalidades avanzadas y una mayor visibilidad en la plataforma. Como explicó Pablo F. Iglesias, el modelo de suscripción no solo ha democratizado el acceso a las cuentas verificadas, sino que también ha dado paso a que actores poco éticos puedan monetizar sus perfiles mediante el contenido engañoso y sensacionalista.
Para estas fábricas de bots, generar contenido viral sobre temas sensibles o trágicos como la DANA en Valencia representa una oportunidad económica. Con cada publicación que se vuelve viral, estas cuentas pueden recibir ingresos gracias a la monetización de sus perfiles. Esta estrategia, además de aportarles ingresos directos, también tiene el potencial de influir en la percepción de la audiencia, generando un clima de miedo o desconfianza.
Por otro lado, no es inusual que algunos agentes externos, tanto dentro como fuera de España, paguen a estas organizaciones de bots para difundir información falsa. En momentos críticos, como las tragedias naturales, cualquier noticia alarmista tiene más probabilidades de volverse viral. Esto les da a estos agentes una ventaja al manipular la narrativa y socavar la confianza en las autoridades y los medios tradicionales.
En CyberBrainers, llevamos años alertando sobre las técnicas de manipulación y los riesgos de la desinformación en redes sociales. Si bien puede ser difícil para un usuario promedio distinguir entre información veraz y noticias fabricadas, existen algunas claves para identificar contenido sospechoso:
1. Revisa la cuenta emisora
En momentos de crisis, es esencial comprobar la fuente de cualquier mensaje que parezca alarmista o sensacionalista.
Las cuentas verificadas en Twitter/X ya no representan un aval de autenticidad, dado que cualquiera puede comprar la insignia de verificación.
Examina el perfil en busca de señales de que pueda ser falso, como una actividad poco natural, sin publicaciones o interacciones de calidad previas. También, la mayoría de las cuentas bots de estas fábricas carecen de información detallada en su perfil y suelen tener nombres o fotografías genéricas.
2. Busca inconsistencias en el contenido
El contenido fabricado o de baja calidad tiende a presentar inconsistencias: cifras exageradas o contradictorias, errores gramaticales o publicaciones repetidas de manera masiva en cuentas distintas.
Basta con hacer una búsqueda en la red social de contenidos semejantes para darse cuenta de que muchos de estos contenidos se han publicado por múltiples cuentas, todas a la vez e incluso en diferentes idiomas.
Esta falta de coherencia es un indicador clave de que los mensajes no provienen de una fuente confiable.
3. Contrasta con medios de comunicación oficiales
Las fuentes oficiales, como los medios de comunicación de confianza y los organismos gubernamentales, suelen ser los primeros en confirmar o desmentir información relevante en situaciones de emergencia.
Comparar el contenido alarmista con lo que reportan estos medios es una de las maneras más efectivas para identificar desinformación.
4. Examina la frecuencia de publicaciones
Las fábricas de bots operan mediante la publicación masiva y constante de contenido similar en varios perfiles, con el fin de generar impacto en las redes sociales.
Si una cuenta parece publicar de forma incesante sobre un tema específico y siempre con un tono alarmista, es probable que esté involucrada en una estrategia de manipulación de la información.
5. Investiga la presencia de enlaces de baja calidad o sospechosos
Muchos de estos perfiles de bots redirigen a sitios web de dudosa procedencia, que suelen ser plataformas monetizadas con publicidad o sistemas de recopilación de datos.
Es recomendable evitar hacer clic en estos enlaces y, en su lugar, buscar la noticia en medios confiables.
El papel de la alfabetización mediática en la lucha contra la desinformación
Uno de los puntos clave que CyberBrainers siempre recalca es la importancia de la alfabetización mediática. A medida que aumentan las estrategias de manipulación, también es fundamental que los usuarios de redes sociales sepan cómo verificar la información que consumen. En sus formaciones y charlas, Pablo F. Iglesias destaca que una audiencia educada en la identificación de desinformación es la mejor herramienta para contrarrestar el impacto de estas fábricas de bots.
Aunque las plataformas sociales están comenzando a implementar herramientas para combatir la desinformación, la realidad es que los métodos de las fábricas de bots evolucionan constantemente, y las soluciones no son siempre efectivas. Así, la responsabilidad recae también en los usuarios, quienes deben aprender a analizar críticamente el contenido al que están expuestos.
Combatir la desinformación es responsabilidad de todos
El trabajo de CyberBrainers en la detección y denuncia de cuentas falsas es solo una parte de la solución. La colaboración de los usuarios es crucial para reducir el impacto de la desinformación, especialmente en redes sociales como Twitter/X. Al identificar y evitar la difusión de información fabricada, los usuarios contribuyen a un entorno digital más seguro y confiable. Además, prácticas como las que hemos descrito aquí pueden ayudar a reducir el poder de influencia de estas fábricas de bots y mantener a las redes sociales como espacios de información y diálogo veraz.
La participación de Pablo F. Iglesias en la Televisión Canaria es solo uno de los muchos esfuerzos que realizamos en CyberBrainers para educar sobre los riesgos de la desinformación. Al estar informados y tomar medidas activas para detectar las noticias falsas, podemos contribuir a una sociedad más resiliente ante la manipulación informativa.
CyberBrainers reafirma su compromiso con la educación en ciberseguridad y reputación online. En un mundo donde la desinformación prolifera con facilidad, mantenernos informados y atentos es el primer paso para protegernos y proteger a quienes nos rodean.
En CyberBrainers ayudamos a empresas y usuarios a prevenir, monitorizar y minimizar los daños de un ataque informático o una crisis reputacional. Si estás en esta situación, o si quieres evitar estarlo el día de mañana, escríbenos y te preparamos una serie de acciones para remediarlo.
Monitorización y escucha activa
Ponemos nuestras máquinas a escuchar para identificar potenciales fugas de información, campañas de fraude/extorsión y usurpación de identidad que estén en activo, y/o datos expuestos de ti o de tu organización.
Planes de autoridad y Presencia Digital
Ayudamos a organizaciones y particulares a definir la estrategia e implementar acciones digitales que mitiguen los posibles daños reputacionales que pueda sufrir en el futuro.
Gestión de crisis reputacionales
Cuando el mal ya está hecho, establecemos un calendario de acciones para reducir su duración e impacto, y que la organización y/o persona pueda volver a la normalidad lo antes posible.