De la mano de Reddit llego a dos artículos (o, mejor dicho, un artículo y un hilo de comentarios) que me animan a escribir esta pieza.
El primero es un artículo en un blog (EN) de un chaval estadounidense que asegura que Google está perdiendo la batalla por el dominio de las búsquedas.
¿La razón? Varias, realmente, pero todas se pueden más o menos resumir en esa paulatina editorialización del buscador.
En el hecho de que de los resultados que te muestra, cada vez haya una mayor parte de resultados publicitarios. Que están ahí no por posicionamiento SEO supuestamente orgánico, sino por haber pagado.
Un tema al que ya le he dedicado ríos de tinta, así que no me voy a parar más.
En la pieza, este chico asegura que cada vez hace más búsquedas en Reddit, pero, ojo ahí, utilizando el buscador de Google (con el comando site:reddit.com, ya sabes), por lo que realmente toda su premisa inicial pierde validez (seguir sigue usando Google para todo, aunque ahora lo haga con búsquedas más específicas).
Hay sin embargo otro tema que pasa por delante sin profundizar, y del cuál sí me parece interesante señalarlo por estos lares: La calidad de las búsquedas se reduce drásticamente conforme buceas más allá de la primera página de resultados.
Esto, per sé, no tiene por qué ser malo o raro. A fin de cuentas, el objetivo último de Google como buscador, y de cualquier otro buscador, sería darte la respuesta a la pregunta o inquietud que tengas (y no un listado infinito de potenciales respuestas), pero es cierto que, generalmente, más allá de la primera y a lo sumo segunda página de resultados, la mayor parte de enlaces son pura basura.
Algo que contrasta, como bien señalaban en este hilo de comentarios (EN) a un artículo de The Hacker News, con el funcionamiento (a priori esperado) de un buscador.
Que resulta rarísimo que hoy en día, con millones y millones de páginas creadas escupiendo información continuamente, haya búsquedas para las que Google, o cualquier otro buscador, no llega a ofrecer resultados de calidad (o directamente resultados).
Fíjate que hace unos años tendría todo el sentido del mundo, con unos algoritmos dependiente de las manidas metaetiquetas. Pero hoy en día, con una Google que se vanagloria de «entender» el contenido que publicamos haciendo uso de sofisticados algoritmos de inteligencia artificial…
Por supuesto, detrás de este funcionamiento tan limitado hay varios condicionantes de peso, y es que en esa paulatina evolución del algoritmo de recomendación de contenido… el factor social (es decir, cuánta gente clica en ese enlace para búsquedas semejantes, cuántos links apuntan a ese enlace desde otras páginas relacionadas con la temática…) cobra muchísima importancia.
Un factor social que ya sabemos que:
- Ni asegura mayor calidad en la respuesta: Porque si así fuera, viviríamos desde hace décadas en sociedades utópicas sin guerras ni hambrunas, y no en países con gobiernos populistas votados por la plebe.
- Es fácilmente manipulable: Cualquier SEO sabe que inyectando tráfico y enlaces a una página, esta mejorará su posicionamiento, cuando claramente lo que está haciendo es intentando engañar al algoritmo.
Los resultados se van «refinando» para adaptarse al 80% de las consultas populares, mientras que empeoran mucho para las consultas técnicas u oscuras. Los sinónimos forzados y las «personas que también han buscado» suelen ser inútiles y casi exasperantes. Una vez que se sale de la primera o segunda página, los resultados empeoran aún más, con páginas que no tienen nada que ver con la consulta (por ejemplo, ni siquiera contienen las frases buscadas).
Sea como fuere, un servidor ya contó en su día cómo llevo ya cerca de dos años sin utilizar Google buscador como opción principal, tanto para trabajo como para entretenimiento.
Sigo en mi día a día con Duck Duck Go, aunque reconozco que utilizo el comando «!g» (es decir, hazme esta búsqueda en Google) más de lo que me gustaría, cuando los resultados de Duck Duck Go no me sirven.
Y es que, pese a todo lo que podamos decir, Google buscador es hoy en día la mejor herramienta de búsqueda en Internet «generalista» (importante esta matización) que podemos tener. Tanto que, como hacía el chaval ese del enlace de arriba, y como hace un servidor de vez en cuando, recurrimos a ella incluso cuando por filosofía intentamos no depender tanto de los servicios de Google.
Pese a sus limitaciones. Pese a esa paulatina y cada vez más asfixiante editorialización. Pese a que la calidad de los resultados, más allá de la primera o la segunda página, no sean, como dirían en mi pueblo, «para tirar cohetes».
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Pablo F. Iglesias es un empresario e inversor español especializado en la Consultoría de Presencia Digital y Reputación Online, fundador de la agencia de reputación CyberBrainers, de la startup EliminamosContenido, y del sello editorial Ediciones PY. Además, es un reconocido escritor con su saga de ciencia ficción "25+1 Relatos Distópicos" y "Historias Conectadas", y la colección de fantasía épica "Memorias de Árganon". Dedica sus "horas libres" a concienciar sobre las oportunidades y riesgos del entorno digital, ya sea en charlas, talleres, sus escritos en blogs y las colaboraciones con medios de comunicación.