Desde la semana pasada, oficialmente, Microsoft abandona Internet Explorer a su suerte.
Esto, de hecho, ya lo sabíamos desde 2015, cuando la compañía sacaba Edge, el que desde entonces es su navegador principal.
Es más, 2019 era la fecha en la que Microsoft aseguraba que abandonaría el soporte para Internet Explorer. Sin embargo, no ha sido, como decía, hasta este mismo junio de 2022 cuando, 9 años después de salir al mercado la última versión de Internet Explorer, Microsoft ya se desatiende.
Se cierra así un círculo, y una era para esto de Internet. En su día, y debido precisamente a estas táctica monopolísticas por las que la empresa de Bill Gates acabó por pagar una sustanciosa multa económica, hubo un tiempo en el que Internet Explorer era el navegador por defecto de todos nosotros.
Afortunadamente, esto ya quedó atrás.
O mejor dicho, debería haber quedado atrás hace ya bastantes años.
¿El problema? Pues que hay organismos que aún a día de hoy siguen pidiendo para hacer según qué trámites que el usuario utilice Internet Explorer.
Entre ellos, uno conocido por todos los españoles: La Administración Pública.
¿Por qué seguimos dependiendo de Internet Explorer para hacer algunos trámites administrativos?
Hay principalmente dos razones de que algo así siga ocurriendo:
- Cuándo se digitalizó la Administración Pública: La mayoría de procesos de digitalización que sufrió el Estado Español (y el de la mayoría de países desarrollados (EN), por cierto) empezaron, precisamente, a principios de siglo, cuando Windows e Internet Explorer eran, como decía, el entorno de trabajo de prácticamente toda la sociedad.
- Java y Flash como tecnologías de desarrollo: Debido a esto, en su momento los encargados de diseñar los trámites apostaron por las tecnologías que parecían ser el futuro de la informática web, y que no eran otras que los applets de Java y Flash. Ambas tecnologías que, con el tiempo, han demostrado ser un verdadero dolor de muelas a nivel de seguridad, y que por ende, ya hace unos cuantos años que los navegadores actuales las han bloqueado.
Sin embargo, y debido precisamente a que la última versión de Internet Explorer data de 2013, en este navegador aún se podía seguir ejecutando flash y java (con todos los problemas de seguridad que ello conlleva), y como la Administración va a su ritmo, no han movido ficha para algunos trámites, o a lo sumo han apostado por forzar al usuario a utilizar complementos externos como el de Autofirm@ para alargar aunque sea otros cuantos años más el uso de una tecnología obsoleta.
¿Qué puedo hacer si necesito realizar un trámite administrativo que solo está disponible para Internet Explorer?
En caso de que estés en esta situación (recalco, que es algo que te puede pasar según a qué trámite tengas que recurrir) no queda otra que apostar por alguna de estas opciones:
- Probar el modo IE de Microsoft Edge: El navegador actual de Microsoft cuenta con una opción disponible en su barra de navegación par activar el Modo IE, que intenta emular la tecnología utilizada por Internet Explorer. Es una emulación, por lo que aunque quizás tengas suerte y te funcione, también puede ocurrir que no sea suficiente.
- Instalar una versión antigua de Windows: En caso de que la primera opción no te sirva, no queda otra que instalar una versión antigua de Windows. Sí, con la inseguridad que esto supone, más cuando para colmo queremos usarlo para acceder a unos trámites que muy seguramente sean bastante importantes (Seguridad Social, Registro mercantil…). Lo más recomendable, sobre todo para no tener que cargarse un ordenador que tengas por casa, es instalar algún servicio de virtualización, y desde él, instalar ese Windows.
Si me preguntas a mi, es muy triste que estemos en esta situación en pleno año 2022. La Administración Pública ha tenido nada menos que 9 años para hacer el cambio, y al parecer, no ha sido suficiente.
Una Administración Pública que sigue siendo incapaz de ofrecer un sistema digital de tramitación cómodo para el ciudadano. Sin ir más lejos, estos días he tenido que volver a pedir cita (PRESENCIAL, por que la digital no vale) para que me vuelvan a activar la Cl@ve PIN y el certificado digital, ya que, qué casualidad, el que tenía no era compatible justo para el trámite que tengo que hacer estos días….
En CyberBrainers ayudamos a empresas y usuarios a prevenir, monitorizar y minimizar los daños de un ataque informático o una crisis reputacional. Si estás en esta situación, o si quieres evitar estarlo el día de mañana, escríbenos y te preparamos una serie de acciones para remediarlo.
Monitorización y escucha activa
Ponemos nuestras máquinas a escuchar para identificar potenciales fugas de información, campañas de fraude/extorsión y usurpación de identidad que estén en activo, y/o datos expuestos de ti o de tu organización.
Planes de autoridad y Presencia Digital
Ayudamos a organizaciones y particulares a definir la estrategia e implementar acciones digitales que mitiguen los posibles daños reputacionales que pueda sufrir en el futuro.
Gestión de crisis reputacionales
Cuando el mal ya está hecho, establecemos un calendario de acciones para reducir su duración e impacto, y que la organización y/o persona pueda volver a la normalidad lo antes posible.
Pablo F. Iglesias es un empresario e inversor español especializado en la Consultoría de Presencia Digital y Reputación Online, fundador de la agencia de reputación CyberBrainers, de la startup EliminamosContenido, y del sello editorial Ediciones PY. Además, es un reconocido escritor con su saga de ciencia ficción "25+1 Relatos Distópicos" y "Historias Conectadas", y la colección de fantasía épica "Memorias de Árganon". Dedica sus "horas libres" a concienciar sobre las oportunidades y riesgos del entorno digital, ya sea en charlas, talleres, sus escritos en blogs y las colaboraciones con medios de comunicación.