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crowd movimiento colectivo

Si te pregunto cuál crees que fue la semana pasada el álbum en físico más vendido de España, ¿qué me dirías?

Seguramente me hablarías de Antonio Orozco, de Pablo Alborán, de Bad Bunny… en definitiva, de los discos «esperables».

Sin embargo, el más vendido (ES) la semana pasada fue, nada más y nada menos, que el séptimo álbum de Angelus Apatrida, un grupo de thrash de Albacete.

Y repito por si no se ha entendido:

  • Thrash Metal
  • España
  • 2021

A la vista de algo tan inaudito, conviene pararse a analizar qué demonios ha pasado para que «la buena música» (ejem ejem) vuelva a liderar un mercado que claramente está dominado por la llamada música comercial.

Y hay dos grandes detonantes:

  • La venta en físico en declive: Con la democratización de las plataformas de streaming como Spotify o Apple Music, cada vez se compran menos discos. ¿Y quién querría comprar discos entonces? Pues precisamente los grupos más marginados. Esos heavys que seguimos escuchando la música de los ochenta y noventa, y que quizás no encontramos tanto contenido que nos interese en las plataformas digitales actuales.
  • El movimiento crowd: El propio grupo lanzaba un llamamiento sobre esto mismo en sus cuentas en redes sociales incitando a que sus seguidores, si de verdad les gustaba su trabajo, hicieran boicot a las plataformas digitales y comprasen su disco en físico (EN).

No nos lo podemos creer. Este es un paso de gigante no sólo para nosotros, sino para la totalidad de la escena metal de este país. No salimos en la radio ni en la televisión, no aparecemos en ningún medio de comunicación relevante, pero somos capaces de llegar a lo más alto gracias al duro trabajo de un gran equipo y a aquellos apasionados por la música heavy metal; miles de vosotros nos habéis ayudado en llegar tan lejos comprando o escuchando nuestro disco. Sois los mejores. Gracias por colocar al metal donde pertenece.

El tema podría parecer baladí, pero nada más lejos de la realidad.

Entra en juego el fenómeno crowd

Sin ir más lejos hace poco explicaba en la página amiga PabloYglesias cómo un subforo de reddit llamado WallStreetBets había conseguido poner en jaque a los grandes fondos buitres de inversión en corto.

Es decir, que millones de pequeños inversores (muchos de ellos alentados no por el cerebro, sino por el corazón), habían apostado pequeñas sumas de dinero a que los fondos de inversión perderían, lo que unido a millones más hizo que en efecto acciones a priori tan poco rentables como pueden ser las de la cadena de cines AMC o la multinacional de tiendas físicas de venta de videojuegos GameSpod llegasen a números históricos durante varios días.

¿Quieres otro ejemplo? El ya llamado «Ejército» de BTS. Millones de seguidores de este popular grupo de música k-pop que han llegado a colapsar el acceso a mítines del ahora expresidente Donald Trump (EN).

Hablamos de millones de personas repartidos a lo ancho y largo del globo que forman colectivos basados en posicionamientos ideológicos ligeros (EN/en el caso de los seguidores de Angelus Apátrida, heavys que echan de menos la música de antaño, en el de WallStreetBets jóvenes con ganas de joder a los grandes inversores, en el de BTS chicas que adoran la cultura japonesa…) organizándose de tal forma que, con el peso que tienen, son capaces de crear movimientos de arrastre que afectan al resto de la sociedad.

En algunos casos con algo tan sencillo como que la lista de discos más vendidos de un país la encabece el heavy metal. Y en otros, con auténticos movimientos contra natura que pueden lastrar unas elecciones.

Mucho ojo a este tipo de colectivos. Tanto para bien como para mal. Porque una vez más se demuestra que el crowd tiene la capacidad de cambiar el curso de la historia.

Y nunca ha sido tan fácil coordinarse entre multitudes como lo es ahora con la sociabilidad digital.

Un tema del que, por cierto, hablamos en la última mesa redonda sobre ciberseguridad nacional en la que un servidor participó.

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Pablo F. Iglesias

Pablo F. Iglesias es un empresario e inversor español especializado en la Consultoría de Presencia Digital y Reputación Online, fundador de la agencia de reputación CyberBrainers, de la startup EliminamosContenido, y del sello editorial Ediciones PY. Además, es un reconocido escritor con su saga de ciencia ficción "25+1 Relatos Distópicos" y "Historias Conectadas", y la colección de fantasía épica "Memorias de Árganon". Dedica sus "horas libres" a concienciar sobre las oportunidades y riesgos del entorno digital, ya sea en charlas, talleres, sus escritos en blogs y las colaboraciones con medios de comunicación.

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