Hace unos días tuve la oportunidad de hablar, en calidad de CEO de CyberBrainers, sobre el Efecto Montoya en el programa TardeAR de Telecinco, donde analizamos el crecimiento brutal que ha experimentado en redes sociales, y cómo esto se traduce en ingresos publicitarios.
Que es, ya sabes, lo que más le interesaba al programa.
Como solemos hacer con el resto de colaboraciones, dejo por aquí el reportaje que acabaron publicando en el medio y explico, más en detalle, la situación.
Índice de contenido
De 60.000 a 700.000 seguidores en tres meses
Si echamos la vista atrás, en diciembre de 2024, la cuenta de Instagram de Montoya (ES) rondaba los 60.000 seguidores. Su participación en televisión ya le daba visibilidad, pero su crecimiento era relativamente estable, con una media de 3.000 seguidores diarios.
Muy buen crecimiento, por supuesto, pero dentro de lo esperable para alguien que tenía exposición en un programa de prime time.
Sin embargo, la verdadera explosión llegó en los últimos meses, cuando su protagonismo en el reality show se disparó y, sobre todo, cuando su momento estrella se convirtió en meme: el ya mítico “Montoya, por favor”.
Desde entonces, su cuenta ha estado creciendo a un ritmo superior a los 10.000 seguidores por día, lo que lo ha llevado a superar la barrera de los 700.000 seguidores en tiempo récord.
¿Qué significa esto en términos económicos?
Este tipo de crecimiento no solo implica mayor visibilidad, sino que abre la puerta a colaboraciones publicitarias mucho más rentables.
En las últimas semanas, Montoya ha trabajado con marcas como:
- Netflix (promocionando un reality de parejas)
- Carrefour
- PC Componentes
- TCL Mobiles (durante el MWC)
- Bbhotels
- Palmeras Qhe!
En Instagram, las tarifas de influencers con una audiencia similar oscilan entre 5.000 y 20.000 euros por publicación patrocinada, dependiendo del engagement y la exclusividad del acuerdo.
Si tomamos un promedio de 6 colaboraciones en una semana, eso significa que Montoya ha podido facturar entre 30.000 y 90.000 euros solo con publicaciones en Instagram.
Y esto, además, podría ser solo el inicio
¿Es un fenómeno pasajero o ha llegado para quedarse?
El Efecto Montoya nos deja varias lecciones sobre la viralidad en redes sociales:
- No basta con estar en televisión: su crecimiento fue estable hasta que un momento espontáneo lo convirtió en un icono de internet.
- El engagement es clave: no solo importa la cantidad de seguidores, sino cómo interactúan con el contenido.
- Aprovechar el momentum: muchos influencers han tenido un pico de fama y luego han caído en el olvido. Saber gestionar la marca personal es clave para mantener el éxito.
En CyberBrainers ayudamos a influencers y creadores de contenido a gestionar su presencia online de forma estratégica, asegurándonos de que su imagen digital y sus oportunidades de negocio no dependan únicamente de un golpe de suerte viral.
El Efecto Montoya es un caso de estudio sobre cómo un momento viral puede catapultar a alguien al estrellato digital. Sin embargo, el verdadero reto no es ganar seguidores rápidamente, sino mantenerlos y convertir esa visibilidad en una carrera sostenible.
Ahí está el quid de la cuestión.
A lo largo de los años, hemos visto a muchos personajes que han alcanzado la fama repentina gracias a memes, programas de televisión o polémicas virales, solo para desaparecer pocos meses después. ¿Por qué? Porque sin una estrategia de contenido clara, sin diversificación de plataformas y sin una gestión adecuada de la imagen digital, la viralidad se desvanece tan rápido como llegó.
Para consolidar su éxito a largo plazo, Montoya (o cualquier influencer en su situación) debería enfocarse en:
- Crear contenido propio y diferenciado más allá del reality que lo hizo famoso.
- Diversificar su presencia online, incluyendo otras plataformas como YouTube o TikTok.
- Aprovechar el interés de las marcas, pero sin saturar su perfil con demasiada publicidad.
- Definir su identidad digital, para que su marca personal no dependa solo del momento viral.
Cómo CyberBrainers ayuda a influencers a gestionar su éxito
En CyberBrainers, trabajamos con influencers y creadores de contenido para ayudarles a convertir la viralidad en una marca digital sólida y rentable.
Esto implica no solo gestionar acuerdos con marcas, sino también proteger su reputación online, definir una estrategia de contenido a largo plazo y diversificar sus fuentes de ingresos.
La diferencia entre un fenómeno pasajero y una carrera digital consolidada no está en los números, sino en la estrategia.
Si eres creador de contenido y quieres que tu crecimiento no dependa solo de la suerte o de un momento viral, hablamos cuando quieras.
En CyberBrainers ayudamos a empresas y usuarios a prevenir, monitorizar y minimizar los daños de un ataque informático o una crisis reputacional. Si estás en esta situación, o si quieres evitar estarlo el día de mañana, escríbenos y te preparamos una serie de acciones para remediarlo.
Monitorización y escucha activa
Ponemos nuestras máquinas a escuchar para identificar potenciales fugas de información, campañas de fraude/extorsión y usurpación de identidad que estén en activo, y/o datos expuestos de ti o de tu organización.
Planes de autoridad y Presencia Digital
Ayudamos a organizaciones y particulares a definir la estrategia e implementar acciones digitales que mitiguen los posibles daños reputacionales que pueda sufrir en el futuro.
Gestión de crisis reputacionales
Cuando el mal ya está hecho, establecemos un calendario de acciones para reducir su duración e impacto, y que la organización y/o persona pueda volver a la normalidad lo antes posible.
Pablo F. Iglesias es un empresario e inversor español especializado en la Consultoría de Presencia Digital y Reputación Online, fundador de la agencia de reputación CyberBrainers, de la startup EliminamosContenido, y del sello editorial Ediciones PY. Además, es un reconocido escritor con su saga de ciencia ficción "25+1 Relatos Distópicos" y "Historias Conectadas", y la colección de fantasía épica "Memorias de Árganon". Dedica sus "horas libres" a concienciar sobre las oportunidades y riesgos del entorno digital, ya sea en charlas, talleres, sus escritos en blogs y las colaboraciones con medios de comunicación.
