Tenía que contarlo por aquí.
El caso es que, recientemente, Google ha habilitado una opción para que si usas Google Saved (el servicio de Google que te permite guardar como si de marcadores del navegador se tratase, páginas para consultar más adelante), y uno o varios de los contenidos que tenías guardados han sido marcados como infractores del Copyright, te desaparezcan (EN).
La medida puede ser más o menos ética, pero era de esperar teniendo en cuenta que ahí, Google, lo que está haciendo es cumplir la ley.
Igual que está obligada a desindexar contenido que infringe su política de uso en Google buscador, también tiene todo el sentido del mundo que censure dicho contenido en el resto de sus plataformas.
Ha empezado con Google Saved, que es un servicio hasta cierto punto minoritario, pero ya me estoy viendo lo que va a ocurrir cuando aplique el mismo rasero a Google Chrome, y que de la noche a la mañana, los marcadores que tengas en tu navegador que hayan sido previamente marcados como ilegales, desaparezcan.
Va a ser simpático cómo muchísimos usuarios van a levantar el grito en el cielo.
Avisado quedas.
Pues bien, a colación de esto, que recalco que puede parecerte mejor o peor, pero es lo que hay, te quería contar una experiencia que hemos tenido recientemente con un cliente de nuestro servicio EliminamosContenido.
Un servicio que ofrecemos desde la consultora reputacional CyberBrainers, y que tiene como objetivo tramitar todas las peticiones de borrado y desindexación de contenido que puedan considerarse difamatorias o falsas, o que vulneren alguna regulación vigente, como puede ser el caso del contenido sexual expuesto sin consentimiento explícito de ambas partes, o el que atenta a los derechos intelectuales de una obra, marca o idea.
Petición de eliminación de contenido aceptada… pero con matices
Te pongo en antecedentes.
El cliente, dueño de una editorial de libros, nos escribía hace ya unas semanas a CyberBrainers para ver qué se podía hacer con tres páginas webs (seis enlaces en total), presumiblemente subidas por el mismo usuario (se ve que el contenido es prácticamente el mismo, y por la forma de escribir, ha sido la misma persona quien lo ha subido a las tres páginas) que habían publicado un artículo poniendo a parir a la editorial, tachándola por supuesto de un fraude.
Como hacemos siempre en estos casos, revisamos la defensa que nos hacía el cliente y el contenido en sí, y nos queda claro que el cliente tiene razón.
Esas tres páginas están publicando sistemáticamente el mismo contenido con diferentes editoriales, siempre tachándolas de fraude y, mientras tanto, ofreciéndose el dueño de las páginas para ayudar a los presuntos estafados con sus servicios de redacción, corrección y publicación.
Además, pide donaciones para seguir haciendo su campaña desacreditando a todas las presuntas editoriales, según su criterio, fraudulentas, y como nos constata el cliente, tras la publicación de la pieza se puso en contacto con ellos para exigir un pago de varios cientos de dólares para eliminar dicho contenido.
Es decir, una extorsión en toda regla: Publico un contenido reputacionalmente dañino contra tu empresa, lo posiciono en Internet, y alerto a los administradores de ese negocio de que si me pagan, lo eliminaré, y aquí tan amigos.
Obviamente, el dueño del negocio se negó, y de ahí que recurriera a nuestros servicios.
Al ver motivos claros para poder tramitarlo (en caso contrario no aceptamos los encargos; de ahí que tengamos una tasa de éxito prácticamente del 100%), nos pusimos a ello.
Petición de eliminación de contenido aceptada… pero con matices
Tras el análisis inicial, recopilamos la documentación oportuna para poder ejercer las labores de representación legal en nombre del cliente, y comenzamos los trámites para pedir la eliminación de dichos enlaces del buscador.
Google tiene por ley que respondernos antes de los 30 días hábiles posteriores al envío de toda la documentación, pero en este caso lo hicieron a los pocos días, dándonos la razón y avisándonos de que, en las próximas horas, eliminarían dicho contenido de dos de los enlaces que habíamos pasado.
Les respondimos cordialmente, recordándoles que había cuatro enlaces más (dos entradas, y los dos enlaces del blog donde estaban publicadas dichas entradas).
Y aquí viene lo simpático.
Para los cuatro restantes, que recuerdo, tenían exactamente el mismo contenido que los dos anteriores, Google se niega a eliminarlos argumentando que estos contenidos no vulneran la política de uso de la plataforma.
Nos quedamos a cuadros.
¿Cómo no van a vulnerar si son exactamente iguales que los dos anteriores?
Pues muy sencillo.
La única diferencia es que los dos anteriores, que según la propia Google SÍ era un claro caso de difamación, estaban alojados en una página gratuita de WordPress.
¿Los cuatro restantes? En dos páginas, también gratuitas, de Blogger.
Es decir, en la plataforma de CMS de la propia Google.
¿Sabías que es posible eliminar tu huella digital de Internet?
Datos personales expuestos sin consentimiento, comentarios difamatorios sobre tí o tu empresa, fotos o vídeos subidos por terceros donde apareces… En Eliminamos Contenido te ayudamos a borrar esa información dañina que hay en Internet de forma rápida y sencilla.
Google favorece a sus servicios por encima de los de la competencia, incluso con las tramitaciones de eliminación de contenido por motivos legales
Obviamente, se trata de un abuso de posición dominante por parte del gigante de las búsquedas en Internet, que intenta con ello beneficiar a sus servicios frente a los de la competencia.
Les explicamos que esto es punitivo, y que de seguir en sus trece, les llevaremos a los tribunales, y estamos en el momento de escribir esta pieza aún en espera de la respuesta final por parte de Google.
Pero, hasta que llegue el momento, me sorprende cómo estas compañías son capaces de defender en la misma tramitación, con el mismo caso, que un mismo contenido es o no ilegal dependiendo dónde ha sido subido: a una plataforma de la competencia, o a la suya propia.
- Si es de la competencia, entonces es un delito y debe ser eliminado.
- Si es en la suya, ya no es delito.
Máxime a sabiendas que son casos que, llevados a juicio, van a perder, al haber registros de toda la comunicación que se hizo desde nuestros abogados a los agentes de Google encargados del caso.
Y que no tienen otra forma de defenderlo que la obvia: el querer favorecer los enlaces a sus servicios frente a los de la competencia.
…
En fin, que en estas estamos.
Artículo previamente publicado en la revista chilena Seguridad & Defensa (ES).
En CyberBrainers ayudamos a empresas y usuarios a prevenir, monitorizar y minimizar los daños de un ataque informático o una crisis reputacional. Si estás en esta situación, o si quieres evitar estarlo el día de mañana, escríbenos y te preparamos una serie de acciones para remediarlo.
Monitorización y escucha activa
Ponemos nuestras máquinas a escuchar para identificar potenciales fugas de información, campañas de fraude/extorsión y usurpación de identidad que estén en activo, y/o datos expuestos de ti o de tu organización.
Planes de autoridad y Presencia Digital
Ayudamos a organizaciones y particulares a definir la estrategia e implementar acciones digitales que mitiguen los posibles daños reputacionales que pueda sufrir en el futuro.
Gestión de crisis reputacionales
Cuando el mal ya está hecho, establecemos un calendario de acciones para reducir su duración e impacto, y que la organización y/o persona pueda volver a la normalidad lo antes posible.