La república islámica de Irán se enfrenta a una de las movilizaciones más reivindicativas de las que recientemente se tiene constancia. Dado el carácter dictatorial y de privación de libertades individuales que caracteriza al régimen, la simple manifestación considerada como desorden público, puede llevar a la cárcel e incluso condenas a palizas.
Pero ¿de dónde viene toda esta problemática desencadenada actualmente? Habría que remontarse a 1979, año en el que se impone el velo obligatorio para toda mujer a partir de la edad de 7 años. Una revolución que impuso un control sobre las mujeres y sobre las libertades individuales. El ayatolá, título de una de las más altas autoridades religiosas, Ruholá Jomeiní, fue el precursor de esta medida y responsable de la imposición dictatorial sobre la población iraní y la aplicación de la ley Sharia. Un infierno para mujeres, homosexuales y cualquier díscolo de dicho régimen autoritario.
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Móvil de la revolución
Dado el carácter obligatorio y de imposición del velo, la ausencia de este podría conllevar a una problemática. De hecho, el origen de la reivindicación y las revueltas multitudinarias por todo Irán, son consecuencia de un problema con la colocación del velo.
Mahsa Amini, iraní kurda de 22 años, fue asesinada por la llamada policía de la moral por no llevar el velo bien colocado, según rigen las normas del país. Un acontecimiento que desató la furia de las mujeres y a la que posteriormente se unieron hombres, en contra del régimen dictatorial. Se convirtió en símbolo de la revolución.
Protestas multitudinarias
Desde el mismo 16 de septiembre que se hizo público el fallecimiento de Mahsa Amini a manos del régimen iraní, generó a nivel mundial un revuelo mediático de calibres inmensurables. Las redes sociales ardían ante tales hechos condenando las atrocidades a las que se somete a la población.
Protestas que se diversificaron por diferentes puntos del país y que se siguen produciendo cuando la revolución cumple casi 4 semanas. Más de 20 ciudades del país han visto un levantamiento popular, las mujeres han salido para hacer frente al régimen y dar constancia de lo cansadas que están de un régimen machista y dictatorial.
Acciones como quitarse el velo islámico e incluso quemarlo, cortarse el pelo o lucirlo libremente por las calles. Plantar cara al régimen y a sus subordinados.
Ahora bien, el régimen lejos de reconocer un ápice de responsabilidad sobre el fallecimiento de Mahsa Amini, convertida en símbolo de la revolución, afrenta a la población por medio de cancelación de clases presenciales en universidades, detención de periodistas, contramanifestaciones con abusivas cargas policiales y restricciones a Internet.
Quién sabe si pudieran peligrar las estructuras nacionales del país por medio de ataques a través de la red.
Se pide actuar con decisión y determinación contra la insurrección que según el régimen altera la tranquilidad del país y que aseguran está incitada por el “enemigo extranjero” embajadas y servicios de inteligencia de otros países.
Por desgracia se cuentan decenas de fallecidos durante las protestas.
Respuesta mundial
La selección de fútbol iraní mostró un compromiso férreo por los derechos de las mujeres y su libertad individual sobre las imposiciones de la dictadura. Los futbolistas saltaron al campo contra Senegal, vestidos de negro, cubriendo cualquier símbolo de su país en sus uniformes. Una protesta particular por la muerte de Amini y por la represión violenta contra las manifestaciones que viven sus compatriotas desde las dos últimas semanas.
A su vez, la periodista Masih Alinejad está dando voz a las manifestantes por medio de las redes. Una implicación diaria sobre la situación que están viviendo los y las iranís.
Mehram Modiri, actor y productor del país iraní, ha puesto de manifiesto su hartazgo por la situación y ha expresado que no quiere que su trabajo sea emitido en la televisión iraní hasta que las autoridades escuchen al pueblo. De hecho, varias celebridades iranís han sido arrestadas por contribuir de alguna manera en la revolución.
La acción reivindicativa de las iraníes de cortarse el pelo se ha viralizado por parte de mujeres de todo el mundo como muestra de solidaridad. De las más sonadas, la eurodiputada sueca Abrir-Al Sahlani que en el uso de la palabra procedió a cortarse el cabello o actrices y cantantes francesas grabándose en video.
Esta revolución se ha tomado como ejemplo para territorios vecinos que atraviesan situaciones parecidas o incluso peores. Las mujeres afganas han vuelto a levantar su voz. “Irán se ha levantado; ahora nos toca a nosotros”
Toca hacer el breve análisis de social intelligence.
Las redes sociales ardieron de manera exacerbada y siguen haciéndolo, pues la reivindicación y la lucha del pueblo iraní y en especial de las mujeres no ha terminado.
Miles de menciones diarias han hecho eco de la dictadura e injusticia que vive el pueblo iraní.
Tal y como se aprecia en la gráfica adjunta, los picos de interacción sobre la revolución iraní han sido una constante. Repercusión mediática, trending topic mundial en múltiples países durante días y una verdadera crítica al régimen por parte de la ciudadanía mundial apreciándose en la línea roja que recoge las menciones negativas en redes.
El portal digital más activo, como formula habitual, es Twitter. Lugar dónde mayor actividad e interacciones se producen y dónde se está narrando minuto a minuto cualquier novedad acerca de la revolución.
Reflexión final
Desde este espacio personal, reivindicar a todas esas mujeres luchadoras iranís y a todo el pueblo iraní. Sois un verdadero ejemplo. Seguid marcando el camino hacia la libertad. Habéis hecho historia.
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Soy David Martín, un maño entusiasta de la comunicación y la política a partes iguales. Graduado en Marketing e Investigación de Mercados, ahora cursando un máster de Comunicación y Marketing Político.
Analista en CyberBrainers.
