Brasil, una de las naciones más grandes e importantes del mundo, se enfrenta a unas elecciones convulsas y llenas de polémica. Un marco de juego totalmente polarizado en dos extremos, la izquierda progresista representada por Lula Da Silva y la derecha conservadora de Jair Bolsonaro.
Ambos candidatos suscitan filias y fobias respectivas, unas elecciones marcadas por la división clara de programas, ideas y, en consecuencia, de país. En ese tablero de crispación, los medios de comunicación han jugado y juegan un papel trascendental en la conformación de la opinión pública. Diversos medios han considerado a Bolsonaro como un candidato de extrema derecha y ultracatólico y al candidato izquierdista Lula, de extrema izquierda reaccionaria.
Jair Bolsonaro, que presenta candidatura para la reelección, se ha enfrentado durante su gobierno a múltiples críticas por su gestión de protección a grupos indígenas en la selva amazónica, su respuesta a la pandemia restándole cualquier atisbo de importancia y oponiéndose a las medidas de cuarentena. A su vez, posiciones nacionalistas y conservadoras como la oposición a la eutanasia y el aborto, críticas a la homosexualidad y defensa a ultranza de la familia natural.
Por otro lado, Lula Da Silva, obrero, sindicalista y progresista, fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010. Durante su mandato hizo reformas y cambios que produjeron la transformación social y económica de Brasil. Su polémica más relevante fue su condena a prisión por corrupción. Una vez ha salido de la cárcel y haberse recurrido esa condena, por la parcialidad del juez con el entorno bolsoranista se plantea como candidato a la reelección.
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Primera vuelta
Alrededor de 156,4 millones de personas estuvieron llamadas a las urnas el pasado 2 de octubre, según el Tribunal Superior Electoral de Brasil. Curiosidad aparte, el voto es obligatorio para todo aquel ciudadano que tenga entre 18 y 69 años con plenas capacidades legales, opcional para aquellos menores de 16 a 18 y mayores de 70.
De hecho, el voto es electrónico. Los brasileños deben introducir el número del candidato al que desean votar. Por ejemplo, tal y como se adjunta en las imágenes siguientes, el número que se ha de marcar para votar al candidato Bolsonaro es el 22 y el de Lula, el 13.
Lula superó a Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones brasileñas. La izquierda logró una victoria histórica, si bien, fue insuficiente para hacerse con la presidencia del país en primera vuelta. El líder derechista contra todo pronóstico se quedó apenas a 4 puntos porcentuales de su opositor.
Ambos tendrán que disputarse la Presidencia en la segunda vuelta de las elecciones el día 30 de octubre, ya que ninguno de los candidatos ha superado el 50% de los votos.
A decir verdad, los sondeos previos a las elecciones situaban a Lula muy por delante de su adversario, dándole por victorioso presidente sin necesidad de recurrir a la segunda vuelta.
Ambos candidatos tras los comicios se mostraron confiados en ganar y así lo hicieron ver y notar en redes sociales.
Palabras de Lula: “Todas las encuestas nos sitúan en primer lugar, y siempre pensé que ganaríamos. Y lo haremos. Esto es sólo un aplazamiento”.
Por su parte, el presidente actual Bolsonaro celebraba los resultados de manera acalorada haciendo una crítica a toda encuesta y empresa demoscópica que durante las semanas y días previos le auguraba una derrota apabullante.
Palabras de Bolsonaro: “Contra todo y contra todos, tuvimos en la 1ª vuelta de 2022 un voto más expresivo que el que tuvimos en 2018”. Además, añadía en el hilo: “Mucha gente se ha dejado engañar por las mentiras propagadas por los institutos electorales, que salieron de la primera vuelta completamente desmoralizados. Se equivocaron en todos los pronósticos y ya son los mayores perdedores de estas elecciones”.
Segunda vuelta
La segunda vuelta está siendo marcada por la agresividad de los adversarios políticos. Una agresividad que busca alimentar a votantes dudosos o que no votaron, en aras de promover el éxito electoral y presidencial.
Críticas en redes sociales, principalmente en Twitter, abochornantes acusaciones y tensos desencuentros están marcando la agenda de los líderes días antes de volver a enfrentarse electoralmente.
Si bien ya era claramente visible y evidente la repulsa que se tienen, en el debate electoral que se celebró el 17 de octubre no dejó ápice de duda. Insultos y acusaciones sin crítica constructiva. Destruir al oponente visto como un rival a abatir.
Análisis de redes
La política se vive hoy en día de manera interactiva gracias a las nuevas tecnologías. El minuto a minuto de una campaña electoral, de un evento político o mitin. Los aciertos y errores comentados, fallos de protocolo o comentarios desafortunados. Se podría hablar de la política espectáculo.
Tal y como se aprecia en la gráfica adjunta, el número de interacciones a nivel mundial acerca de las elecciones de Brasil es colosal. Picos máximos de interacción el pasado 2 de octubre, fecha de los comicios de primera vuelta. Aunque una constante masa de interacciones y menciones a lo largo de todos los días.
Como no podría ser de otra manera la red social por antonomasia para vivir la más estricta actualidad política es Twitter, donde además los candidatos están más activos.
Previsiones electorales
Los sondeos no parecen contar ahora en Brasil con confianza dados los fallos de estimación sobre todo para el candidato derechista. Si bien, las encuestas que se siguen publicando parecen indicar de nuevo, la victoria de Lula.
Brasil deberá decidir su futuro en un momento convulso a nivel económico, social y bajo un complejo entramado geopolítico mundial. El 30 de octubre, se conocerá presidente, que sea cual sea desatará polémicas.
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