La semana pasada, la Agencia Nacional de Frecuencias de Francia (ANFR) tomaba la decisión de prohibir temporalmente la venta del iPhone 12 en el territorio francés.
¿La razón?
Tras analizar la radiación generada por 141 modelos de dispositivos móviles, al parecer habían identificado unas variables demasiado altas en este modelo en particular de Apple en, al menos, dos pruebas diferentes.
A saber, en Europa el límite máximo de emisión de ondas radioeléctricas a una distancia de 0 mm en extremidades (es decir, con contacto directo con la piel o dentro de un bolsillo del pantalón) se sitúa en 4 W/Kg. Y el iPhone 12, según la ANFR, había alcanzado los 5,74 W/kg.
Rápidamente la noticia ha corrido como la pólvora, enturbiando en parte el lanzamiento de los nuevos modelos de la compañía californiana, de los cuales ya hablé por mi página personal ayer.
Al día siguiente ya no era posible comprar iPhone 12 en las tiendas de Apple, pese a que la compañía ha presentado varios estudios externos donde, al parecer, demuestran que este modelo en particular, como el resto de su catálogo, cumple la normativa no solo europea, sino también del resto del mundo.
Sea como fuere, y a falta de que el gobierno francés se pronuncie, la compañía tenía 14 días para demostrar que cumplen con la legalidad, o enfrentarse a las sanciones esperables, ya que no solo valdría con quitar del mercado nuevos modelos del iPhone 12, sino también «arreglar mediante OTA» o directamente cambiar el modelo de todos los ciudadanos franceses que actualmente tengan un iPhone 12 en su propiedad.
El jueves pasado iba a salir en directo en el noticiero de la noche de TRECE TV hablando sobre esos padres que descubrieron, a las malas, que su niño había hecho muchísimas compras desde Alexa. Un tema del cual ya había hablado, precisamente, la semana pasada en las noticias de Cuatro Al Día.
Pero aprovechando que este tema se había dado a conocer horas antes, me dijeron que me preparase también sobre esto, y aunque al final nos liamos a hablar de lo otro, quería dejar por aquí por escrito un punto que me parece importante señalar.
Sobre la controversia de la radiación máxima autorizada del iPhone
Te respondo rápidamente: No.
No al menos para lo que estás pensando, que es a nivel de salud.
Piensa que esos 4 W/Kg que la UE pone como límite de radiación en contacto directo, están muy pero que muy por debajo del límite para que tenga un impacto leve a nivel biológico, y que sería de 50 veces superior.
El mejor símil que se me ocurre es con la regulación que rige la resistencias que deben ofrecer las cuerdas en un rocódromo. A día de hoy se obliga, por ley, a que deben poder aguantar varias toneladas de peso.
Obviamente, no hay nadie que pese tantísimo, pero se exige esto para que los límites legales estén muy por encima (en este caso) o muy por debajo (en el caso de la radiación) de los límites donde sí podría haber ya un riesgo para las personas.
Ahora bien: si al final se demuestra que, en efecto, no cumple la regulación, el principal problema lo va a tener Apple, y por el simple hecho de que a ver cómo gestiona el recall de millones de dispositivos vendidos en el tiempo del que dispone.
Más aún considerando que tanto Bélgica, como en España la OCU, ya están estudiando seguir a Francia y prohibir su modelo en los respectivos territorios.
EDIT varios días más tarde: Como era de esperar, Apple ya se ha pronunciado y en breve liberará una actualización de software que, en principio, limitará esa subida de radiación (EN).
Va a ser por tanto que la ANFR tenía razón…
Dejo para terminar la entrevista completa que me hacían en antena:
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