La dependencia reputacional de Disney o Warner por los actores de sus grandes franquicias

Si has estado últimamente al tanto del mundillo Hollywoodiense, ya te habrás enterado de la crisis reputacional que tiene entre manos actualmente Warner con Ezra Miller, el actor que interpreta en el universo cinematográfico de DC a Flash.

El caso es que Ezra Miller lleva meses sufriendo problemas mentales… y dando noticias cuanto menos alarmantes.

• Intentó estrangular a un fan en un bar.
• Subió a su perfil en Instagram un vídeo amenazando al Ku Klux Klan.
• Ha estado envuelto en varios disturbios en locales (el último conocido, un karaoke), y hasta asaltos y robos por Hawaii.
• Tiene al menos una orden de alejamiento asociada a supuestos abusos de menores.
• Hace unas semanas él mismo dio a conocer que estaba huyendo, supuestamente, del FBI y del Ku Klux Klan en un vehículo, armado y con un chaleco antibalas, ya que aseguraba que estas dos organizaciones querían asesinarlo.
• Hasta se le relaciona con una supuesta secta de la que él sería el principal dirigente.

En fin, que el chico claramente no está bien.

Tanto que hace unos días, tras aparecer nuevamente, el estudio envió una nota de prensa en la que de boca del propio Ezra aseguraba lo siguiente:

«He pasado recientemente por una crisis aguda y ahora entiendo que estoy sufriendo problemas complejos de salud mental y he comenzado un tratamiento continuado. Quiero disculparme con todos a quienes he alarmado y molestado con mi comportamiento. Me comprometo a llevar a cabo el trabajo necesario para volver a una etapa saludable, segura y productiva en mi vida«.

Sin embargo, lo que quizás ahora mismo te preguntes es por qué esto debería afectar a un gigante del cine como es Warner.

Y la respuesta es muy sencilla: Estas grandes franquicias dependen casi en absoluto de la reputación de sus actores.

La dependencia reputacional de Disney o Warner de sus actores

Tanto como para que HBO se esté planteando cancelar la nueva película de The Flash.

Recordemos que Flash es uno de los integrantes de La Liga de la Justicia, y por tanto, pilar fundamental de todo el universo cinematográfico de DC.

Con los problemas que está sufriendo a nivel personal su actor principal, es probable que haya un porcentaje significativo de audiencia que sienta rechazo hacia el actor… y lo pague con la cartera, negándose a ver la película.

Una película que, recordemos, ya ha costado la friolera de 200 millones de dólares.

De hecho Warner ya sufrió una situación semejante con el estreno cancelado de Batgirl, perdiendo por el camino 90 millones de dólares.

Y no solo esto está salpicando a Warner. Disney sufre hoy en día un problema semejante con su UCM, al no ser capaz de encontrar su sitio con la pérdida de algunos de sus actores más icónicos, como es el caso de Chris Evans (Capitán América) o de Robert Downey Jr (Iron Man).

Todo porque, como decía, las grandes franquicias actuales son terriblemente dependientes de la figura de los actores que las interpretan.

Una crisis reputacional que afecte a uno de estos, como pasa en cualquier empresa con sus directivos, acaba por afectar a toda la organización, y puede llegar a conducir, como está pasando con Warner, a un problema de muy difícil solución a medio/largo plazo, que pone en jaque toda la estrategia de lanzamientos prevista.

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