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De un tiempo a esta época en CyberBrainers hemos empezado a utilizar deepfakes o ultrafalsificaciones, y también rostros hiperrealistas generados por ordenador, para gestionar perfiles de algunos de nuestros clientes.

¿Pero eso no es ilegal?

Pues no, y te voy a explicar tanto las razones como los motivos que nos han llevado a aliarnos con estas herramientas.

Anonimato vs presencia digital

La primera parada es obvia.

Algunos de nuestros clientes necesitan generar una presencia digital mínima para minimizar el riesgo de sufrir, o de seguir sufriendo, una crisis reputacional.

Esto históricamente suponía exponerlos, sobre todo en el caso de personas de forma totalmente identificativa, en la red.

A fin de cuentas, la presencia digital no deja de ser un elemento más de la identidad de una persona o marca.

Sin embargo, hay dos principales razones para oponerse a entregar privacidad a cambio de robustez (temple) en cuanto a presencia digital:

  • El primer motivo es el derecho de cualquier persona al anonimato en la red: Para algunos de nuestros clientes la presencia digital no es un fin en sí mismo (como sí puede ocurrir con aquellos que tienen un negocio montado alrededor de su marca personal), sino un medio para minimizar ese potencial impacto reputacional que ya están, o quieren evitar estar sufriendo el día de mañana. Si tuvieran que dar su rostro, a sabiendas de que Internet no olvida, estarían exponiéndose públicamente, y lo que ganamos a nivel de presencia digital… lo perdemos incluso a nivel de seguridad física. Algo que puede incluso acabar afectando a sus familiares.
  • El segundo es el tiempo que requiere labrar una presencia digital: Por supuesto, en CyberBrainers nos encargamos de todo el trabajo duro del día a día. Pero es cierto que, sobre todo al principio, necesitamos del cliente que nos pase fotos y contenido para comprender qué tipo de perfil debemos crearle. Y claro, esto entra en conflicto con el perfil habitual de los clientes particulares de una consultora reputacional, generalmente personas con cargos directivos y de máxima exposición que tienen de todo menos tiempo. Cosa que pueda parecer una tontería, pero hay proyectos que se alargan durante semanas simplemente porque el cliente no saca tiempo para dedicirse a enviarnos unas fotos que poder usar en sus perfiles.

Con esto en mente, y en vista que las barreras de entrada son cada vez más bajas a la hora de gestionar este tipo de herramientas, como decía, llevamos ya unos cuantos meses aplicándolas con algunos de nuestros clientes.

De dos maneras diferentes, de hecho:

¿Sabías que es posible eliminar tu huella digital de Internet?

Datos personales expuestos sin consentimiento, comentarios difamatorios sobre tí o tu empresa, fotos o vídeos subidos por terceros donde apareces… En Eliminamos Contenido te ayudamos a borrar esa información dañina que hay en Internet de forma rápida y sencilla.

Deepfakes como herramienta de presencia digital

En algunos casos sí contamos con el beneplácito del cliente para mostrar su cara, pero no tiene tiempo para crear contenido en vídeo, que para según qué perfiles, hoy en día es necesario.

¿Qué solución hay? Pues entrar nuestras herramientas de deepfakes para generarles nosotros esos vídeos en base a una colección de fotos y registros de voz que previamente tenemos del cliente.

Es decir, que el propio cliente se está ultrafalsificando en el contenido que publica en sus perfiles, aprovechando entonces este tipo de herramientas para ahorrar tiempo.

Por razones obvias, un deepfake de uno mismo no es ilegal, y de esta manera transformamos una herramienta habitualmente asociada a acciones maliciosas en una que juega a nuestro favor, y ayuda al cliente a labrarse una buena presencia digital.

Imágenes generadas por ordenador como herramienta de presencia digital

En otros casos, lamentablemente, no tenemos tan siquiera imágenes del cliente, o este no quiere expresamente mostrar su rostro en Internet para minimizar su impacto en el día a día. Sin embargo, sí desea tener una presencia digital, aunque sea anónima, que le proteja su nombre en la red frente a crisis reputacionales.

Este tipo de situaciones las hemos vivido durante años, y antiguamente a lo que recurríamos era a utilizar avatares o dibujos que sin ser representativos de la persona, pues oye, en parte lo eran.

Sin embargo, con la democratización de las redes de generación de contenido visual, hemos empezado a crear imágenes ultrarealistas, obteniendo así, por un lado, los beneficios de una presencia digital bien asentada, y por otro, sin exponer la identidad física del cliente.

El futuro de este tipo de herramientas en redes sociales

Es, no obstante, temprano para saber qué impacto tendrán este tipo de herramientas en la sociabilidad del día de mañana. Quizás pasen a ser una herramienta habitual de desinformación propia, como ya lo son las búsquedas automatizadas en redes sociales y buscadores, o los sistemas anti-spam y bloqueadores de publicidad, hoy en día.

O, por el contrario, acaben pecando justos por pecadores y considerándolas ilegales por los malos usos asociados a ellas.

Por lo pronto, movimientos como el de Instagram, que desde el lunes ha empezado a pedir verificación vía DNI o video selfie para demostrar que una cuenta nueva está gestionada por un adulto (ES), no parecen un problema. A fin de cuentas, están diseñadas para evitar usos malintencionados de sus plataformas (en este caso, menores usando aplicaciones como si fueran adultos).

Y como decía, no es el caso que compete a la gestión de cuentas de nuestros clientes.

En CyberBrainers ayudamos a empresas y usuarios a prevenir, monitorizar y minimizar los daños de un ataque informático o una crisis reputacional. Si estás en esta situación, o si quieres evitar estarlo el día de mañana, escríbenos y te preparamos una serie de acciones para remediarlo.

Pablo F. Iglesias
Pablo F. Iglesias

Pablo F. Iglesias es Consultor de Presencia Digital y Reputación Online, director de la Consultora CyberBrainers, escritor del libro de ciencia ficción «25+1 Relatos Distópicos» y la colección de fantasía épica «Memorias de Árganon», un hacker peligroso, y un comilón nato 🙂